Introducción al piano de mesa
EL INVENTO DEL PIANO
Alrededor de 1700, Bartolomeo Cristofori (Padua, 1655 a 1731) inventó el piano desarrollando y aplicando un mecanismo de macillos al clavicémbalo. Este descubrimiento surgía de la necesidad musical de conseguir una mayor expresividad, ya que ofrecía al intérprete la posibilidad de tocar con diferentes grados de dinámica para cada nota. El invento de Cristofori tuvo éxito y se dio a conocer de inmediato en la península ibérica y en el norte de Alemania. Un constructor de órganos y clavicémbalos al servicio de Federico el Grande de Prusia, Gottfried Silbermann (1683-1753), recogió la idea y fabricó muchos pianos, algunos de los cuales pudo probar el mismo Johann Sebastian Bach. Coincidiendo con la Guerra de los Siete años, algunos discípulos de Silbermann se instalaron en Inglaterra, donde aportaron sus conocimientos y desarrollaron lo que posteriormente sería conocido como la «mecánica inglesa», origen del piano moderno, que durante el siglo XIX se impondría sobre la «mecánica vienesa», inventada por Andreas Stein (1728 a 1792).
El piano de mesa o square piano
A lo largo del siglo XVIII se llevaron a cabo una gran cantidad de experimentos y de innovaciones en torno a la idea del nuevo instrumento. Johannes Zumpe (1726-1790), uno de los discípulos de Silbermann instalados en Londres, comercializó los primeros pianos de mesa. Se caracterizaban por su simplicidad y bajo coste, lo que permitía el acceso al piano a muchas clases sociales. Las cualidades sonoras del nuevo instrumento fueron muy bien recibidas y el modelo de mesa se popularizó inmediatamente. Surgieron muchas fábricas en Inglaterra y en el continente. A mediados de 1780, sólo en Londres, había 31 constructores. El modelo de Zumpe fue imitado y perfeccionado por varios fabricantes, entre los que se encuentra Muzio Clementi, quien a finales del siglo XVIII rescató la fábrica Longman & Broderip de la quiebra y se convirtió en accionista principal y propietario. Clementi se involucró totalmente en la artesanía y la promoción de los pianos que, desde 1800 hasta 1832 llevaron su nombre con diversos asociados. Sus socios principales, los hermanos Collard, continuaron la fabricación de pianos y mantuvieron el nombre de Clementi en las etiquetas hasta mediados del siglo XIX. Los pianos Clementi, de mesa, de cola y verticales, se caracterizaban por su calidad sonora y de sus acabados y se exportaron a todo el mundo. En vida suya se fabricaron unos 25.000.
Entre los centenares de fabricantes de pianos de mesa se encuentran nombres como Astor, Beyer, Broadwood, Clementi, Collard o Ganer en Inglaterra; Baas, Érard y Pleyel en Francia; J.H. Völler, J.P. Hinrichs o Schiedmayer en Austria y Alemania; Steinway y Chickering en Estados Unidos; Del Mármol, Fernández, Bordas, Ferrer o Flórez en España.
El piano de mesa se desarrolló en paralelo a los modelos de cola y vertical, pero este último se acabó imponiendo en el ámbito doméstico. En Estados Unidos se fabricaron pianos de mesa hasta finales del siglo XIX, incorporando todas las mejoras técnicas que también se aplicaron a los otros tipos de piano.
IMÁGENES DE TIPOS DE PIANOS ANTERIORES A 1850 de la COLECCIÓN DEL MUSEO DE LA MÚSICA DE BARCELONA
DE COLA
DE MESA
JIRAFA
ARMARIO
VERTICAL