Introducción a la catalogación de pianos. Motivos y cuestiones previas.
El piano, un patrimonio artístico, social e industrial
El piano, una herramienta fundamental en la evolución de la música durante los últimos 250 años, ha tenido un papel importantísimo en la economía, el arte y el intercambio cultural de la sociedad catalana. Cataluña se incorpora a la factura de pianos a finales del siglo XVIII. En Barcelona, entre 1790 y 1849, el número de constructores pasa de 4 a 18. José Urivarrena introduce las máquinas a finales de los años 1820 en una incipiente industrialización de los talleres de construcción. La llegada de pianos extranjeros a través de los puertos marítimos catalanes también tiene una importancia capital, como lo muestra el hecho de que los fabricantes locales reivindican al ministerio de hacienda que imponga elevados aranceles o, incluso, que prohiba la importación [1].
Todo ello hace que Cataluña, a finales del siglo XIX y hasta la Gran Guerra aproximadamente, se convierta en un espacio de gran relevancia entre las escuelas pianísticas más importantes de Europa. Isaac Albéniz, Ricard Viñes, Carles Vidiella, Joaquim Malats, Enrique Granados, por citar algunos de los más conocidos, constituyeron lo que hoy se conoce como la escuela pianística catalana que influyó poderosamente en los ámbitos de la composición, la interpretación y la pedagogía musical y de los que aún somos herederos. El piano llegó durante este periodo a unos niveles de importancia social que afectaron muchos campos más allá de lo estrictamente musical.
En el ámbito económico, en Barcelona más de 20 empresas producían unos 2500 pianos anuales [2] que eran comercializados internamente y exportados, especialmente en España, Portugal y América del Sur. El gran número de fábricas en Barcelona ocupó miles de trabajadores directa e indirectamente. La industria de pianos movilizaba comerciantes, artesanos, carpinteros y fundiciones. También se producía un gran intercambio comercial con países europeos debido a la necesidad de piezas específicas y también de la importación de instrumentos. En 1908, el profesor de la Universidad de Lille, Édouard Escarra, situó las empresas de pianos en Cataluña entre los ejemplos de gran producción, junto a las químicas, las eléctricas y las automovilísticas [3].
Desde el punto de vista artístico, el piano tiene su punto álgido durante el modernismo. Así, muchos instrumentos son diseñados siguiendo la estética de este movimiento que afecta a las artes decorativas. Los materiales artesanales e industriales forman parte de esta manufactura, que une el arte y la técnica.
La recuperación y conservación del patrimonio
La preservación del patrimonio cultural es una cuestión que no debería ser motivo de discusión en una sociedad avanzada. Lamentablemente, los medios económicos que hay a disposición son escasos, no tanto por su carencia como por las prioridades de corto plazo de la política en general. En el caso que nos ocupa, el Museo de la Música de Barcelona es el referente a nivel nacional de la preservación y difusión de una importante colección de documentos organológicos. Otras entidades, museos, fundaciones, así como personas particulares, son poseedoras de instrumentos que, en muchos casos, no están documentados o catalogados y que, en consecuencia, quedan al margen del relato histórico que como país tenemos el deber de abastecer.
Los miles de instrumentos repartidos en tantas casas están desapareciendo por la falta de interés de sus propietarios y son destruidos a diario. Entre ellos, se encuentran pianos más o menos sencillos, pero también ejemplares de gran calidad. Todo este conjunto de instrumentos constituye un patrimonio cultural de primer orden que nos habla de nuestra sociedad y del que podemos aprender muchas cosas. Es una fuente primaria para la investigación en los ámbitos de la técnica y de la historia social y un elemento de inspiración para los futuros artistas.
La Asociación Muzio Clementi de Barcelona, en colaboración con el Museo de la Música de Barcelona, quiere contribuir a la investigación musicológica a través del estudio de los pianos Clementi y Collard que se puedan encontrar en Cataluña, pero también de los instrumentos coetáneos , sea en colecciones privadas o públicas. El estudio se hace extensivo al periodo aproximado de entre 1780 y 1850. No perdamos la oportunidad de informar también de aquellos instrumentos que puedan aparecer en el transcurso de la investigación.
Joan Josep Gutiérrez
[1] Brugarolas, Oriol: El piano en Barcelona (1790-1849), construcción difusión y comercio. Tesi doctoral. 2015 Universitat de Barcelona.
[2] Fukushima, Mutsumi: Fabricantes de pianos en la Barcelona de 1900. Recerca Musicològica XVII-XVIII. 2007-2008. Pgs. 279-297
[3] Francesc Roca Rosell Professor de política econòmica de la UB. Enlace al artículo.